Nuestra responsabilidad
La evolución de las poblaciones de buitres en nuestro país ha sido paralela a la evolución de nuestra ganadería, produciéndose prácticamente una simbiosis entre el ganadero y el buitre, es nuestra responsabilidad mantener esta relación y permitir que las poblaciones de buitres leonados se regulen de forma natural, favoreciendo así tanto al buitre como el ganadero. No se puede usar el hambre como una herramienta de gestión de las poblaciones como propone el Gobierno de Navarra (Nota del Gobierno de Navarra de 4 de junio).

La solución que los buitres necesitan
Para solucionar el problema de forma efectiva solo falta un poco de voluntad, lo más conveniente es reabrir un gran número de pequeños muladares, que ya existían tradicionalmente y se cerraron, abastecidos por los propios ganaderos y, si hace falta, que la administración se ocupe de garantizar los controles sanitarios correspondientes. Además se tiene que garantizar puntos de alimentación suplementarios en las zonas donde haga falta, orientados a las diferentes especies (quebrantahuesos, alimoches…). En estos muladares, y para que todos los buitres y demás comensales se puedan alimentar de forma natural, se debe depositar el animal entero, no solo las patas, pezuñas y pieles, como se ha estado llevando a cabo en algún muladar de los autorizados por alguna de las administraciones. Los animales que se aporten deben estar libres de productos fitosanitarios o pasado el periodo de supresión de los mismos, de manera que la salud de los buitres no se vea afecta por estos tratamientos... Los puntos de alimentación tienen que ser gestionados por los propios ganaderos cosa que garantizará su correcto funcionamiento.