Parque Natural Hoces del río Riaza. Aportaciones al Programa de conservación, seguimiento e investigación.

Parque Natural Hoces del río Riaza. Aportaciones al Programa de conservación, seguimiento e investigación. Nuevos comentarios a la respuesta recibida. Escrito presentado en la Junta Rectora.

Entendemos que gran parte de nuestras aportaciones se resumen en tres: que por parte de la dirección del Parque se reconozca clara y expresamente el valor del inmenso trabajo (de conservación, seguimiento, investigación, y divulgación) realizado durante décadas (no sólo por WWF España, también por el Fondo y la CHD y otras entidades y personas), que se garantice (con permisos permanentes, escritos) que no se nos pondrán dificultades para seguirlo realizando, y que se supriman las actuaciones o proyectos (promovidos por el propio parque o por su dirección) que consideramos amenazan la conservación de los valores naturales de la zona. También deberían cumplirse los acuerdos adoptados, a propuesta del Fondo, en la reunión de participación pública del 16-5-07, convocada por la Junta.
Respaldamos el escrito, en contestación a su respuesta, que les envió Juan José Molina, representante suplente de las asociaciones conservacionistas en la Junta Rectora del Parque; y tal como él les indicaba en dicho escrito, añadimos a continuación los siguientes comentarios a la respuesta que nos envían:

1.- Aportación 1. Introducción (pág. 1). Se nos comunica que “se recoge e incorpora la sugerencia de reconocer el trabajo de diferentes naturalistas y asociaciones en la zona”. Sin embargo, no vemos ni el más mínimo cambio en los seis párrafos de la introducción, que sigue exactamente igual, aunque se añada una mención general en el apartado siguiente.
Se nos indica que “existen hechos y circunstancias que justifican la presencia en el párrafo de introducción únicamente de WWF España”, que “esta organización es la única que ha tenido y tiene responsabilidad en la gestión del territorio”, que está reflejada en el PORN, y que entienden “que no se debe hacer mención a otros actores locales”.
No es cierto que WWF España sea la única organización “que ha tenido y tiene responsabilidad en la gestión del territorio”, pues también la ha tenido y tiene por ejemplo la Confederación Hidrográfica del Duero, que también está citada expresamente en el PORN, y a la que no se menciona en la introducción que comentamos. También han tenido y tienen responsabilidad los Ayuntamientos, y otras entidades y personas.
Por otro lado, el Fondo para el Refugio también ha tenido responsabilidad en la gestión del territorio, pues llegó a costear hasta el sueldo del excelente guarda del Refugio de Montejo (Hoticiano) cuando éste fue injustamente despendido por WWF España, y además terminó consiguiendo su readmisión. El Fondo también sufragó otras muchas cosas, desde la compra del primer vehículo con remolque que tuvo más adelante la guardería del Refugio, hasta buena parte de la señalización del Refugio (y de los carteles correspondientes).
Al menos en tres ocasiones (en 1977-78, en 1979-80, y en 1995), WWF España habría dejado el Refugio de Montejo (las dos primeras veces, por voluntad propia, o al menos de parte de sus dirigentes), si el Fondo (o sus miembros) no lo hubiera impedido. He vivido esa historia (lo que no han hecho los firmantes del programa, por cierto), y sé bien de lo que estoy hablando. De hecho, el Fondo se constituyó como tal en 1979, precisamente para resolver el segundo de los problemas mencionados. Creemos que el representante de WWF España debería mostrar su agradecimiento al Fondo, especialmente en lo que se refiere al tercer conflicto aludido, en vez de apoyar con su firma la exclusión del Fondo, de la mencionada introducción.
Además, en la introducción de un programa de “conservación, seguimiento e investigación” de las hoces del Riaza, debería nombrarse expresamente a algunas de las personas que han hecho posible, casi todas ellas de forma por completo desinteresada y en ocasiones a costa de importantes sacrificios personales, dicha “conservación, seguimiento e investigación”. Aunque estas personas son casi mil quinientas, en la reunión de participación pública del 16-5-07, convocada por la propia Junta, se aprobó (por unanimidad, y tenemos tres testigos del Fondo) que en el programa anterior (el de uso público) deberían figurar al menos algunos nombres (incluido el de Hoticiano), lo que después no se cumplió. A pesar de nuestras protestas, y de la palabra del director del parque en la Junta Rectora, no hemos visto ni siquiera una mención general a dicho trabajo, en el programa de uso público. Desde luego, en la introducción del programa que ahora comentamos se debería mencionar expresamente al Fondo para el Refugio, la asociación que agrupa a casi todas las personas mencionadas, sin las cuales el Refugio no existiría ni habría protagonizado su extraordinaria historia; sin menoscabo de la importante labor de WWF (cuando fue positiva, pues por desgracia no siempre fue así), ni de la CHD y otras entidades.

Además de la conservación, la concienciación y la divulgación, casi todo el seguimiento e investigación ha sido realizado altruistamente por miembros del Fondo, durante 35 años (o al menos, durante la mayor parte de esos 35 años). Los censos realizados han obtenido distintos premios científicos (desde el Primer Premio Faraday de España, ya en 1975, hasta el Premio Holanda en 1977), han aparecido en más de tres mil publicaciones científicas o divulgativas (incluyendo varias de las revistas especializadas más importantes del mundo, sobre estos temas), han figurado en 42 congresos científicos (17 de ellos internacionales), y han sido un ejemplo para muchos trabajos en otros espacios protegidos.

Entendemos que la dirección del Parque Natural debería agradecer y mencionar expresamente la labor del Fondo y de sus miembros (y también, la larga y abnegada tarea de los guardas del Refugio); en lugar de omitirla, o de utilizar los resultados sin nombrar a sus autores como ha ocurrido en distintas publicaciones de la Junta (no en todas, pues en bastantes sí se reconoce). Incluso datos de mi lista de vertebrados del Refugio, que tiene Registro de la Propiedad Intelectual, figuran sin nombrarme en algunos de los folletos que repartían o reparten en la Casa del Parque (a pesar de mis reiteradas protestas). Por otro lado, en la Casa del Parque tampoco aparece el Fondo por ningún sitio; aunque enviamos cientos de firmas protestando por ello (y por otras cuestiones).
Personalmente he proporcionado, durante décadas, de forma desinteresada e incluso costeando los envíos de mi bolsillo, toda la información que me han pedido e incluso mucho más, tanto la Junta de Castilla y León como otras muchas entidades y personas (incluyendo empresas y personas cuyos trabajos estaban costeados por la Junta), y también he regalado copias de bastantes trabajos míos al WWF España. He entregado al Refugio casi toda mi vida (durante más de 35 años, con una media de más de once horas al día durante bastantes años, y sin recibir a cambio ninguna recompensa material ni profesional, ni pretenderlo). Creo ser probablemente quien más ha nombrado al WWF España en todo tipo de publicaciones relacionadas con el Refugio, al menos desde fuera de WWF, y probablemente también quien más ha elogiado sus actuaciones cuando entendía que lo merecían. [Además, hace muchos años, fui el socio Nº 97 de ADENA, y fui miembro de la Junta Rectora de ADENA Juvenil.] Durante décadas, he tenido la inmensa fortuna de contar con la amable colaboración, absolutamente generosa, de bastantes cientos de enamorados de estas tierras, de toda España y de otros países. En efecto, otras muchas personas también han dedicado al Refugio, de forma silenciosa pero constante, gran parte de sus recursos, sus ilusiones, y sus esfuerzos, durante más de treinta años (o treinta y cinco).
Es triste, y resulta profundamente injusto, que ni el Fondo, ni ninguno de nosotros (ni tan siquiera los dos octogenarios cuyo reconocimiento solicité expresamente en la Junta Rectora, en nombre de las asociaciones conservacionistas), merezcan ahora ni una sola mención, en la introducción de un programa que tal vez no habría sido posible sin este trabajo (no solamente nuestro, aunque también), cuyos autores ahora se silencian; a pesar de haber pedido expresamente que se nombren, en reiteradas ocasiones. Ya desde la época de la gestación del PORN, aporté para la memoria y los trabajos previos, en bastantes ocasiones, gran parte o casi toda la información que utilizaron en dichos trabajos, de forma gratuita pero con la condición de que se mencionaran los autores (condición que aceptaron y después no cumplieron, con alguna honrosa excepción). Tal vez la creación del parque natural tampoco habría sido posible, al menos en las condiciones en que se hizo, sin este trabajo generoso del Fondo, y de miembros del Fondo, a quienes ahora no se quiere ya ni nombrar.
En estas condiciones, no podemos votar ni apoyar el referido programa.

2/3.- Aportaciones 2 y 3. Agradecemos que se hayan incorporado algunas de nuestras correcciones y sugerencias, pero lamentamos que con otras no haya ocurrido lo mismo.
En concreto, seguimos entendiendo que los informes finales de los censos de otoño sí deberían figurar en la bibliografía básica, máxime cuando se nos solicita que los proporcionemos a la Junta o a la Casa del Parque (lo que he hecho en distintas ocasiones, por cierto costeando yo las copias y sin recibir ni las gracias). Actualmente, estos informes figuran también en Internet, de donde cualquiera puede descargarlos. De hecho, la propia Junta de Castilla y León incluyó un enlace en su boletín de información medioambiental. Además, estos censos han sido mencionados en libros o boletines de la propia Junta (a veces de forma correcta, y otras veces sin nombrar a sus autores), en otros libros y en muchísimas otras publicaciones; han inspirado bastantes trabajos en toda España; han movilizado a casi seiscientas personas, durante cerca de treinta años, y cada uno de ellos ha supuesto cientos de horas de trabajo riguroso y altruista (incluso sin contar el tiempo del trabajo de campo). Si en vez de hacerlos nosotros los hubiera realizado la Junta, o el WWF, ¿seguirían sin considerarlos como bibliografía básica?
Sí se siguen incluyendo, en la bibliografía, distintos informes inéditos encargados recientemente por el Parque Natural o por la Junta, y nos parece bien que se mencionen; pero insistimos en que estos trabajos, costeados con dinero público, deberían publicarse, sobre todo cuando se omiten (en el programa que comentamos) muchos otros trabajos importantes que sí están publicados pero no han sido costeados por la Junta (y agradecemos, repito, que al menos hayan añadido algunos más).

En cuanto al seguimiento realizado, ha sido tan excepcional que no hay nada parecido en casi ningún otro espacio natural de España, tal como distintos autores han reconocido hace poco en distintos libros de la propia Junta de Castilla y León. De hecho, los trabajos del Refugio, muchos de ellos realizados por el Fondo o por parte de sus miembros, han motivado no pocos estudios en otros espacios naturales, dentro o fuera de España. Creemos que la dirección del parque natural debería manifestarse orgullosa y agradecida por ello; y reconocerla, y seguir construyendo, pero sin minusvalorarla.
Estamos de acuerdo en que toda esta labor da pie para seguir investigando y aprendiendo, sin perjudicar a la vida salvaje. Agradecemos que se hayan incorporado algunas de nuestras aportaciones; pero siguen sobrando, y no aportan nada positivo, las expresiones que puedan interpretarse como un menosprecio al enorme trabajo ya hecho (en ocasiones, a costa de un esfuerzo tremendo y admirable, y sin coste alguno para el erario público). Insistimos en que algunos de los autores, del trabajo sobre anfibios y reptiles citado en la bibliografía de este mismo programa, reconocieron expresamente, en otra publicación suya, que la herpetofauna del Refugio había sido muy prospectada. No debería seguirse hablando (en la memoria) de “lagunas”, “carencias”, “falta de datos sobre la presencia o estado de conservación de las especies de estos grupos o taxones”, ni menos aún de “la ausencia a veces de una metodología adecuada y una finalidad concreta en el proceso de recogida de estos datos”. Aunque celebremos que se hayan cambiado o matizado otras expresiones que iban en el mismo sentido, y se ponga “a veces”, ya quisieran otros muchísimos espacios tener la cantidad de información que aquí se ha conseguido, ya publicada en gran parte, sobre anfibios y reptiles por ejemplo (y no sólo sobre anfibios y reptiles), y además obtenida casi siempre de forma coordinada y altruista. Por cierto, hace años presenté una comunicación, sobre los anfibios y reptiles del Refugio, en el Congreso Luso-Español de herpetología, en la Universidad de Valencia; puede verse un breve resumen en el libro de actas de dicho congreso. Los catálogos de anfibios y reptiles están ya hechos y publicados, y también conocemos muchos de los sitios de reproducción de los anfibios (si no todos, aunque algunos de ellos hayan sido alterados por las actuaciones de uso público del parque). Esto no impide que esas especies puedan estudiarse más y se puedan averiguar muchas más cosas (encontrar alguna especie no citada parece bien difícil, aunque seguramente no es imposible); pero para justificar tales estudios, no hacen ninguna falta expresiones como las reseñadas. Conviene recordar que el Dr. Valverde, que fue el primer ornitólogo que publicó datos sobre las hoces del Riaza, y a quien cita el director del parque en el libro de la Junta sobre las hoces, escribió en sus memorias, a propósito de sus estancias de formación científica en otros países: “Aquello (…) me enseñó sobre todo una cosa: el respeto por la conservación del trabajo de los predecesores, sólida base sobre la que se asienta el presente.”

4.- Aportación 4. Se nos dice que “se informará al Fondo”. Sin embargo, hasta la fecha no se nos ha informado, aparte de las reseñas que aparecen en las memorias de la Casa del Parque (comentadas a veces en la Junta Rectora) y de lo comunicado a título personal por distintos autores, de ninguno de los trabajos realizados allí por encargo del Parque, ni se han publicado sus resultados (que sepamos).
Únicamente acabamos de recibir, y agradecemos, las copias de unas cartas que habíamos solicitado en la Junta Rectora. Se recuerda que también habíamos pedido datos recientes sobre sobre envenenamientos (en el acta de la Junta Rectora no figuran las fechas, sólo el año).

5.- Aportación 5. Agradecemos que se haya hecho alusión a la escasez de alimentos para las aves carroñeras; aunque creemos que la actual escasez resulta evidente, más que “posible”. Se han cerrado, que sepamos, ocho de los once muladares (o similares) que conocíamos en la comarca, y se ha reducido drásticamente la carroña disponible en el campo (no sólo en la comarca). Los síntomas del hambre son muchos y podríamos extendernos sobre ello. Está claro que la situación sería mucho peor aún sin la magnífica labor de la guardería del WWF (del guarda anterior y del actual), y celebramos que la alimentación suplementaria figure en el programa que comentamos. Por otro lado, insistimos en que, según todos nuestros datos, lo que está bajando no es sólo la productividad de la colonia de buitre leonado, sino también la población, como indica asimismo el WWF.

Cuando se realizó en 1979 el primer censo nacional del buitre leonado, yo fui casi el único, tal como puede comprobarse en el volumen correspondiente de “Ardeola”, que aportó números concretos relativos a un aumento reciente. Después se vio que la recuperación (de los buitres) era mucho más general, en casi toda España, y lo excepcional de las hoces del Riaza era el seguimiento allí realizado. Esto mismo, en un sentido o en otro, ha ocurrido, a lo largo de la historia del Refugio, con otras especies (desde el águila perdicera hasta la nutria, y podría poner más ejemplos).
Ahora podría estar ocurriendo algo similar, con la disminución de los buitres. Los resultados de nuestros censos suponen una advertencia que no debería ignorarse. Sobre todo, teniendo en cuenta los últimos datos publicados (en “Vulture News”, y en bastantes medios más) sobre el declive de las poblaciones de buitres en otros muchos países. Algo parecido podría suceder en gran parte de España, si no se ponen medios para evitarlo, en la línea de las conclusiones del congreso nacional sobre buitres (organizado por Caralluma en Caravaca, Murcia) y de las Jornadas sobre Buitres (UNED). Recordamos asimismo la nota conjunta firmada en 2009 por 26 asociaciones y titulada “No se puede seguir así”. Esta nota ha sido publicada en múltiples medios de comunicación, incluyendo la última circular del Fondo.

6.- Aportación 6. Se nos dice, sin solucionar ninguna de las actuaciones que denunciábamos, que “hasta la fecha no se ha trabajado de manera exhaustiva con este tema, por lo que sabemos poco sobre las posibles necesidades de mejora y por lo tanto sobre las acciones requeridas”. También se alude a las “restricciones presupuestarias que seguramente afectarán al parque en un futuro inmediato”.

Sin coste ninguno para el parque, llevamos muchos años estudiando el tema, o al menos las especies que se reproducen allí cada año y los resultados de la reproducción (entre otros asuntos); comunicamos a la actual dirección del parque las amenazas que había, algunas promovidas por ellos mismos, y no se nos hizo caso ninguno. En concreto, cuando se plantearon todavía unos cuantos aparcamientos más (en torno al embalse), en la reunión de participación pública antes mencionada (en mayo de 2007), nos opusimos solamente a uno de tales aparcamientos, que tenía cerca nidos ocupados de aves rapaces. Se nos respondió que lo estudiarían, y debieron estudiarlo muy deprisa, porque pocos días después ya estaba puesto allí el aparcamiento, a pesar de nuestra oposición. Aquel año (2007) fue el primero en que fracasó la reproducción en el próximo nido de águila calzada, aunque no así el del milano negro (que termina antes). El año siguiente (2008), ya se perdieron los dos nidos, el del águila y el del milano, aunque en ambos había comenzado la cría. Todos estos datos se publicaron, con más detalles pero sin indicar sitios, en las Hojas Informativas; y además, comenté algunos en reuniones de la Junta Rectora. En 2009, la calzada sí crió, pero no así el milano. Desde cierta distancia, he podido ver, en 2009, visitantes comiendo o merendando, con mesa y sillas puestas, justo debajo del antiguo nido, que creo difícilmente volverá a ser ocupado si se mantiene el aparcamiento allí. No podemos entender, por tanto, que se nos responda de la forma antes aludida.
También he visto, en 2009, y en la otra margen del embalse, bañistas bajo los nidos ocupados de las garzas, en época de cría, a pesar de los carteles que en teoría lo prohíben.

7.- Aportación 7. Celebramos que se haya incorporado el seguimiento de infraestructuras de riego; y recordamos que ya hubo una propuesta en tal sentido que fue rechazada en su día por la dirección del parque, a pesar de que quien lo propuso (Juan José Molina) era seguramente la persona que más trabajos previos había realizado de forma altruista sobre el asunto (como puede verse en las Hojas Informativas).

Por otro lado, reiteramos lo antes dicho sobre la alteración de hábitats valiosos para anfibios, ciertos invertebrados, etc.; paradójicamente, como consecuencia de la creación de un parque natural que teórica y legalmente debería protegerlos; y por cierto, sin consultar al Fondo ni hacerle caso ninguno. Entendemos que el tema sí debería ser objeto de este programa, que incluye la conservación.

8/9.- Aportaciones 8 y 9. 8.1.- Con respecto a la concesión de permisos.- De acuerdo con la Ley del Parque Natural (artículo 2º), y con el P.O.R.N. (artículo 11), los trabajos de investigación, siempre que no perjudiquen al entorno, deberían ser autorizados y fomentados por la dirección del Parque; “sin ponerles trabas innecesarias”, como bien dijo Juan José Molina en representación de los colectivos conservacionistas (no sólo del Fondo) en la Junta Rectora.

A pesar de ello, y por insólito que resulte, personalmente he sufrido, incluso después de pedidos y obtenidos diferentes permisos para poder seguir realizando los censos y estudios que llevo haciendo 35 años, distintas trabas que rozan o sobrepasan el absurdo (y puede que también la ilegalidad), al menos en algunos de los cinco años del Parque (no en todos), y que puedo detallar si lo desean. No he sido el único miembro del Fondo que ha sufrido este tipo de dificultades, en algunos casos muy graves, y que también podemos concretar. Esto ha provocado un malestar considerable, precisamente en algunas de las personas a quienes más facilidades deberían habérseles dado por su trabajo riguroso, desinteresado, gratuito para el parque, y de muchos años. De hecho, no pocos investigadores veteranos han optado por centrarse sobre todo en el entorno del parque, para evitar lo que en algunos casos ha llegado a parecer casi una persecución. Otros han preferido dejar de seguir pidiendo tantos permisos, y simplemente esquivar los diferentes controles; lo que últimamente suele resultar fácil, ya que a menudo los informadores del parque no están en sus puestos.
Ante algunas situaciones que hemos tenido que sufrir y que consideramos inaceptables, nos parece fundamental que en el programa comentado se garantice expresamente que podremos seguir realizando nuestros seguimientos de fauna. Cada año he solicitado, sin éxito hasta ahora, que se me dé un permiso permanente para mis estudios y censos; censos que fueron los primeros, y durante bastante tiempo los únicos, sobre los nidos y pollos de buitres y alimoches y otras aves. También nuestros censos colectivos de otoño, ciertos censos de acuáticas (y de rapaces u otras especies) que llevan realizándose muchos años por el mismo o los mismos ornitólogos, etc., deberían tener un permiso permanente, en nuestra opinión.

Como antes se indicó, pedimos que se reconozca expresamente el valor de nuestro trabajo (citando al Fondo o al autor o autores correspondientes), y simplemente que se garantice un permiso permanente para continuar haciéndolo (sin nuevas dificultades). Esta garantía, solicitada varias veces (también en las aportaciones al programa), sigue sin aparecer, a pesar de que nuestros estudios no suponen ningún gasto para el parque.

8.2.- Con respecto a los censos de otoño.- Como antes se indicó, los informes finales aparecen también en Internet, por lo que cualquiera puede descargarlos. Además, el resumen tiene amplia difusión en infinidad de medios de todo tipo, incluyendo a menudo boletines electrónicos o impresos de la propia Junta de Castilla y León (en ocasiones, con enlace al informe completo). También lo hemos proporcionado a todos los miembros de la Junta Rectora del Parque, reiteradamente, y pagando (el representante de las asociaciones, o el representante suplente) todas las fotocopias de su bolsillo. Además, se publica en las circulares del Fondo, que también hemos proporcionado a los miembros de la Junta Rectora. Por cierto, en la última reunión de la Junta Rectora a la que asistí, el director del parque fue el único miembro de la Junta que se negó a recoger la amplia carpeta de documentación que di gratis a todos (a todos menos a él, porque se la ofrecí y no la quiso coger), y que incluía dicho resumen entre otras muchas cosas, así que no entendemos que ahora parezca interesarle; máxime cuando en años anteriores di el informe impreso entero, como regalo, en la Casa del Parque, sin recibir ninguna respuesta.

Y en cuanto al compromiso de hacerlo.- El censo de otoño lleva realizándose 27 años (desde 1983 inclusive, no desde 2010 como han puesto en el programa y deberían corregirlo); sin interrupción alguna, ni por las condiciones meteorológicas (que algunos años han sido durísimas), ni por la montería que la Junta de Castilla y León autorizó en 2008 durante la celebración del censo a pesar de que teníamos todos los permisos previos (incluido el de la Junta) y se puso en riesgo real la vida de varios participantes (algunos difundieron fotos sobre ello en Internet, que fueron bastante comentadas).
Ninguno de los dos firmantes, del programa y de la respuesta que comentamos, ha participado nunca en los censos de otoño, y tampoco ha asistido a ninguna de las reuniones previas o posteriores; a pesar de que sé que Antonio Ruiz invitó expresamente a ello al actual director del parque. Tal como recuerda Juan Prieto en esas reuniones, el censo de otoño sólo podrá seguir haciéndose si el número de participantes, bien preparados, sigue siendo suficientemente elevado para ello (no solamente para el trabajo de campo, aunque también, sino además para las tareas previas de organización, y posteriores de revisión de informes parciales y elaboración del informe final; tareas que exigen menos personas pero más tiempo). Hasta ahora, el número de participantes ha sido siempre más que suficiente, pero es una tarea voluntaria y nadie puede garantizar que siga siendo así (como deseamos y esperamos).

8.3.- Con respecto a la adquisición de las Hojas Informativas, y otras cuestiones.- Tal como hemos indicado reiteradas veces, las Hojas Informativas desde la Nº 25 están también en Internet, y recientemente han sido puestos también en Internet los diecisiete primeros números (gracias a la desinteresada y considerable colaboración de Juan Luis Galindo, Raúl González, y otros). Cualquiera puede descargarlas en pdf.
Consideramos que, de todas formas, la Casa del Parque debería adquirir también la edición impresa, al menos los últimos números (los dos últimos, 32 y 33, suman 820 páginas, y todos los anteriores están agotados), tal como han hecho las bibliotecas públicas de distintas localidades (entre ellas, Segovia, Aranda, y Madrid), y de varias Universidades. En la Casa del Parque sólo hay tres (números 24, 28 y 29), según figura en la Memoria de 2009 (pág. 59). Esta edición impresa se vende a precio de coste, y en la ya mencionada reunión de participación pública, convocada por la propia Junta, se acordó por unanimidad que la Casa del Parque compraría los últimos números de la Hoja Informativa. Protesté en la Junta Rectora por el incumplimiento de este acuerdo (y de todos los demás que se adoptaron a propuesta nuestra, en la mencionada reunión), y el director del parque respondió que no había presupuesto para ello. Alegué que, si no había presupuesto, cómo figuraban otras muchas publicaciones adquiridas, a lo que me respondió que las adquiría cierto organismo. Contesté que el mismo organismo podía comprar también las Hojas Informativas, y que si no lo hacían era porque no les daba la gana; a lo que me respondió el director del parque, literalmente, en público y en la Junta Rectora: “Pues eso, porque no nos da la gana”,

Aunque al actual director del parque “no le dé la gana” cumplir el mencionado acuerdo, ya en 2004 enviamos más de 400 firmas, incluyendo las firmas de muy buenos conocedores del Refugio, protestando, entre otras cosas, porque las Hojas Informativas no figurasen en la Casa del Parque. Parece bien obvio que al menos un ejemplar de las últimas ediciones impresas debería figurar allí; máxime cuando se vende al precio de coste, hasta el punto de que un amigo de Barcelona, que la imprimió desde Internet y la encuadernó en una tienda, me dijo que le había costado más cara que si la hubiera comprado.
Creo que no solamente las últimas Hojas Informativas, sino también otros libros o publicaciones recientes dedicados total o parcialmente a las hoces del Riaza (desde el maravilloso libro colectivo “Uñas de cristal”, hasta nuestro libro también colectivo “La Leyenda de las Carcavas”), deberían ser adquiridos por la Casa del Parque. En algunos artículos, distintas personas han protestado precisamente por esta ausencia.
Por otra parte, han gastado cada año (según todas las informaciones recibidas) cientos de miles de euros en actuaciones de uso público (en el parque o en su entorno) que no siempre son respetuosas con el medio ni acordes con la finalidad que creemos tiene el parque (podemos poner distintos ejemplos). Pensamos que la Junta de Castilla y León, que parece tan generosa para tales actuaciones, también debería tener algún presupuesto para indemnizar a pastores, agricultores u otros lugareños por daños que pueda causar la fauna en la comarca (aunque WWF indemnice daños en el Refugio, lo que elogiamos, pero el parque y su entorno no es sólo el Refugio). Por citar un ejemplo concreto, resulta increíble la respuesta dada al parecer a un pastor del entorno, en el sentido de que la Junta no tenía presupuesto para costearle los daños que le ocasionaron, en el tejado de un corral suyo, los buitres hambrientos (por más que el hambre de los buitres se quiera considerar sólo como “posible”), cosa que por cierto no le había ocurrido antes nunca; y tuvo que ser el Fondo, al que se pretende negar cualquier “responsabilidad en la gestión del territorio”, quien organizó una colecta para costearle tales daños al pastor.
En este programa de “conservación”, no se indica nada relativo a solucionar los problemas de conservación surgidos paradójicamente a raíz de la declaración del parque natural (o de ciertos proyectos apoyados por su actual director), que hemos denunciado reiteradas veces; y que también resaltaron el Defensor del Pueblo (Expediente Nº Q0502445), a quien ni siquiera contestaron (a cuatro requerimientos oficiales urgentes); y el Procurador del Común, que hace poco ha abierto un nuevo Expediente.
Por último, no se ha atendido tampoco nuestra solicitud de que se mencionasen en el programa (“de conservación, seguimiento e investigación”) otros trabajos concretos, incluyendo los censos que llevo 35 años realizando. Durante 26.894 horas (y 44 minutos) de trabajo de campo, sorteando todo tipo de obstáculos (incluidos los meteorológicos), he realizado personalmente el seguimiento de 4.277 pollos de buitre leonado que salieron adelante (en 737 nidos diferentes con éxito en la cría, todos ellos numerados), 309 pollos de alimoche que salieron adelante (en 73 nidos con éxito, de un total de 93 nidos distintos), y un largo etcétera, sin cobrar ni pedir nada material por ello, y a costa de no pocos sacrificios personales. Además, he dedicado mucho más tiempo (casi toda mi vida, desde que se creó el Refugio, e incluso desde algo antes) a clasificar los datos obtenidos, a estudiar y defender esas tierras (junto con muchísima más gente), y a registrar la información amablemente proporcionada por cientos de entidades o personas enamoradas de esos parajes. Todo ello ha sido ampliamente publicado y difundido, incluyendo mis censos de nidos con éxito y pollos volados, que además recibieron varios premios en los primeros años; y creo recordar son, al menos para una gran población salvaje seguida con rigor y precisión cada año, los más prolongados de los que tengo noticias (no sólo en España, que yo sepa). A pesar de nuestras peticiones, seguimos y sigo sin recibir un permiso permanente para continuar; y tampoco se nombran estos censos, ni se cuenta con ellos, en el programa de investigación y seguimiento (con la excepción ahora de los censos colectivos de otoño, y de algunas referencias más que se han incorporado a la bibliografía, lo que reitero agradecemos), ni se menciona al Fondo en la introducción, ni se hace alusión ninguna de los guardas, ni del Refugio de la CHD, ni de otras personas o entidades. Los censos de buitres y alimoches empezaron en 1975, mucho antes de los años que continúan indicándose en este programa. De hecho, incluso los censos de buitres costeados por WWF, y realizados por distintas personas, comenzaron mucho antes del año indicado por ellos mismos en un cartel sobre la historia del Refugio, como ya les indiqué. Ante las reiteradas omisiones del referido programa, y los restantes motivos antes comentados, no podemos en general (lo he comentado con bastantes personas muy involucradas en ello, incluyendo a todos los miembros de la Junta Directiva del Fondo y a directivos de otras asociaciones), ni puedo en particular, apoyarlo; lo cual no impide que, aunque votemos en contra, reconozcamos y agradezcamos los avances ya indicados, que son positivos pero consideramos insuficientes.
Montejo de la Vega de la Serrezuela, 16 de febrero de 2010.

P.D.-
En memoria de Fortunato Mínguez González

Realizando el censo del alimoche y otras aves, como todos los años
desde 1975 (inclusive), quedo impresionado ante la triste noticia del
fallecimiento, en accidente, el 1 de julio de 2010, de Fortunato
Mínguez González, a sus 76 años. Me enseñan la Prensa que acaba de
publicarlo. Me dicen también que en su pueblo burgalés de Santa Cruz
de la Salceda se le celebró un multitudinario y emocionante funeral.

Fortunato fue, durante 35 años (1963-1998), el encargado de la presa
del embalse segoviano de Linares del Arroyo, de la Confederación
Hidrográfica del Duero. Allí vivía con su mujer Victorina Bernal
Bernal, con la que tuvo tres hijos (Juan José, Abelardo y Blas), el
segundo de los cuales ocupó su cargo tras su jubilación. Fortunato
recibió entonces (el 11/12 de junio de 1998) un emotivo homenaje por
parte de la CHD, como se recogió en la Hoja Informativa Nº 26 sobre
el Refugio (pág. 155), y en nuestro libro colectivo “La Leyenda de
las Cárcavas” (pág. 60).

Quisiera, desde estas tierras hermosas en las que Fortunato trabajó
toda su vida, dedicarle unas líneas de reconocimiento a él y a su
familia; y agradecerles también la amabilidad, el apoyo y el cariño
que siempre me han mostrado durante los 36 años del Refugio.

Fortunato no sólo desarrollaba con eficacia su trabajo, del que
llevaba un registro diario, sino que sabía hacerlo granjeándose el
aprecio y el respeto y la confianza de las gentes de la zona, como
no todos consiguen. Fortunato era un hombre bueno, que decía
claramente lo que pensaba. Por otro lado, creo que disfrutaba con su
faceta de agricultor.
Además, tanto él como Victorina recuerdan múltiples anécdotas de
cuando ofrecían el teléfono (el único del entorno), o invitaban a
tomar algo, a Félix Rodríguez de la Fuente y los miembros de su
equipo de televisión de “El Hombre y la Tierra”, desde antes incluso
de la creación del Refugio de Rapaces. Muchos años después, en 1996
(el 12 de enero), también el actual Príncipe de España los visitó,
con motivo de algunas filmaciones en el Refugio para la serie de
televisión “La España Salvaje”.

Me dicen que las cenizas de Fortunato, cumpliendo su voluntad, han
sido esparcidas en su querido embalse de Linares. Su nombre estará
siempre unido a este Refugio, a su historia, y a nuestras ilusiones.
Muchas gracias a Fortunato y su familia por toda su ayuda y
colaboración, y por todo lo que me enseñaron. Muchos ánimos a
Victorina y a sus hijos, en este embalse y en su espléndido entorno;
que posiblemente Fortunato siga viendo de algún modo, desde el cielo
que Dios le tenga reservado.



Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo / D. N. I. 5352399 T
Representante de las asociaciones de conservación de la naturaleza en la Junta Rectora del Parque,
Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza, y Director de las Jornadas sobre Buitres.
Profesor Titular de Universidad (Análisis Matemático) y Catedrático de Instituto (Matemáticas).
c/ Pensamiento, 15 – 3º A / 28020-Madrid / Tfno. 91-5793345